5 cosas que podemos aprender de la medicina prehispánica
Aunque pareciera muy categórico hablar de Occidente, y de todas las demás culturas, cuando la realidad suele ser mucho más compleja, esta aseveración se ha convertido en un referente al menos comprensible para separar la cultura dominante de muchas otras.
En el caso de la cultura del México prehispánico la medicina ocupó un lugar privilegiado, y como muestra, en 1570 llegaron a encontrarse más de 3 mil plantas medicinales en la región. En su contraparte, en la antigüedad grecorromana apenas se contaban con 700.
Los nativos mesoamericanos concebían la medicina de manera peculiar, recientemente explicada por el doctor Carlos Viesca Treviño, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Quizá uno de los grandes lastres de Occidente es haber separado las enfermedades de las causas, concentrándose altamente en la cura, y así ha propulsado una dependencia a las medicinas que no se combate desde la prevención. Según Viesca estas son algunas de las peculiaridades de la cosmovisión medicinal prehispánica que vale la pena meditar:
1. Uno con el universo
Los antiguos mexicanos enmarcaban las relaciones de las partes del cuerpo con sus funciones reales o supuestas– y sus correlaciones con los astros y cuerpos celestes. Lo anterior nos muestra una visión que no consideraba al individuo como tal sino producto de un todo que había que tomarse igualmente en cuenta.
2. Cuidar el exterior
El concepto que tenían de la salud se basaba en el mantenimiento del equilibrio entre los órganos internos y los agentes externos, e identificaban con mucha claridad las causas de las enfermedades. Nuevamente se trata de una visión que relaciona el todo con el todo. El que una enfermedad no pudiera ser tratada sin antes determinar sus causas nos habla de una diferencia fundamental con Occidente.
3. Determinar por etapas la afectación
Se trata de un esquema multiaxial, en el que por una parte se ubican las relaciones causales, por otra las partes del cuerpo afectadas, y en otra más la alteración de las funciones. En él, si bien se distinguen jerarquías relacionadas con la capacidad de dañar y de curar de los agentes causales.
4. Determinar el procedimiento necesario
Específicamente en la tradición náhuatl se tenía conocimiento profundo de los recursos curativos que se encontraban en los territorios que habitaban, y desarrollaban a la par técnicas complejas que comprendían rituales mágicos y religiosos, e incluso osadas intervenciones quirúrgicas.
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