Calendario lunar agrícola, la forma ancestral de cultivar productivamente

La fuerza lunar que históricamente ha influido en las plantas, ofrece en cada una de sus fases beneficios para tener un cultivo mas productivo y sano.

Foto por: FLOR DEL CAFE MASATEPE

Antiguamente, los agricultores trabajaban la tierra a partir de saberes ancestrales que involucran las fuerzas de la luna.  Este conocimiento transmitido de generación en generación, se ha ido perdiendo con los avances industriales que han impactado el campo y las tradicionales formas de producción. No obstante,  en búsqueda de una agricultura ecológica hay personas tanto en el campo como en la ciudad, que siguen empleando los calendarios lunares.
Las distintas fases de la luna han demostrado influir en la producción de cultivos, estimulando la rápida germinación o retrasandola si no se usa correctamente. Todo se explica a partir de la savia de las plantas, un líquido que funciona como la principal fuente de nutrientes ya que transporta el agua y minerales necesarios para que la planta viva.
La iluminación lunar, muy distinta a la del sol,  produce en determinados momentos una especie de atracción sobre todo líquido en la tierra; así como lo hace sobre las olas del mar, también logra influir en la savia de las plantas. Por esta razón, se han creado calendarios que especifican mes a mes  las fases de la luna, con el objetivo de conocer cuales son las mejores fechas para sembrar determinadas plantas, y cual es el momento para cosecharlas.
En luna nueva, que es cuando la luna no se visualiza porque se encuentra entre el sol y la tierra, es preciso retirar las hojas y botones florales que estén marchitos o secos. También, es ideal la rotura de sustratos para conseguir suelos más aireados y sueltos.; la disminución de la cantidad de agua de riego y la eliminación de maleza.
La fase de cuarto creciente, cuando se observa la mitad de la luna, es considerado un periodo propicio para sembrar y replicar plantas cuyas partes comestibles se encuentran por encima de la tierra y dan frutos, por ejemplo los tomates o pimientos. Además, es pertinente durante esta fase  aplicar fertilizantes y abonos con un previo laboreo del suelo.
En luna llena, la tierra se encuentra entre el sol y la luna, razón por la que se puede visualizar completamente. Durante esta fase, es recomendable recolectar frutos comestibles, y del mismo modo recoger todas las hortalizas de hoja. También es debido aumentar la cantidad de agua en el riego y trasplantar los cultivos que lo requieran.
Finalmente, en cuarto menguante cuando se observa la otra mitad de la luna, se deben sembrar los vegetales cuya parte comestible crece bajo la  tierra, como zanahoria, papa o cebolla. Además, se pueden abonar los cultivos con restos de material vegetal, aplicar insecticidas orgánicos ya que es una buena temporada para controlar las plagas, y se sugiere realizar injertos, trasplantes y podas.

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