Jumiles, insectos comestibles de Taxco que se cree vienen del inframundo
Los jumiles son comidos pero sobre todo venerados en Taxco, pues se cree que son familiares difuntos que vienen de visita.
Jumiles en Morelos
Recordé entonces que no era la primera vez que veía un jumil, sino que los había visto varios años atrás en puestos del mercado de Acatlipa, Morelos, —a unos 77 kilómetros de tierras taxqueñas— vivos y encerrados de a montón dentro de pequeñas bolsas de plástico transparente con perforaciones improvisadas para que pudieran respirar mientras les llegaba la hora de ser colocados en un molcajete y morir machacados para formar parte de una salsa que, por su penetrante olor, nunca me atreví a probar; hoy me arrepiento.
El significado de los jumiles en Taxco
Cuando conocí a los jumiles en Taxco
Tras una larga caminata cuesta arriba, llego a la cima del más grande jumilero del mundo: la montaña del Huixteco, la más alta de la Sierra de Taxco. Es el primer lunes de noviembre, y como cada año en esta fecha, cientos de taxqueños y taxqueñas suben para recolectar y venerar a este animal de seis patas, rico en yodo, proteínas e, incluso dicen, poseedor de poderes afrodisíacos, aunque esto último no lo creo.
El rito es recogerlos estando de rodillas, más bien cazarlos. Algunos los meten a cestos como de tortillas, otros más a costales; unos 15 conformarán el relleno de un buena taco, otros 25 los machacarán vivos en el molcajete junto con chiles, tomates y ajos para hacerlos salsa; otros más serán tatemados para condimentar los platillos.
Suben familias enteras, hay bandas de música; la gente demuestra su gusto por los jumiles comiéndoselos vivos. Me doy cuenta de que los jumiles aquí no son solo un alimento, también son un elemento identitario, algo que les da arraigo, orgullo y sentido de pertenencia.
Sin más, agarré una tortilla del comal y me armé un taco de jumiles, esta vez no me quedé con las ganas.
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