Científicos descubren que la dieta prehispánica mejora la cognición, el metabolismo, la flora intestinal y es antienvejecimiento


Sabemos que la dieta prehispánica es una de las más sanas y completas del mundo. Nos sorprende que la mayor parte del pueblo mexica se mantuviese sano prácticamente a base de maíz nixtamalizado y nopal. En las épocas de mayores crisis, miles han salido adelante gracias a la síntesis proteica que hace el maíz en la tortilla hecha con nixtamal (un invento que potenció las propiedades del maíz a base de cal), y solo en las últimas décadas, el problema de obesidad ha asolado a México, ya que, por milenios, se mantuvo sano a base de una dieta de frijol, maíz, calabaza y chile.
Hace poco científicos de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas (FCQB) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), encontraron que, por su síntesis nutricional, la dieta a base de maíz, frijol, y amaranto, es la dieta ideal.

También, en esta realidad de sobrepeso, se ha descubierto que la dieta del nopal puede ser altamente efectiva contra la diabetes y la obesidad. Y entre todas estas maravillas de la dieta prehispánica, un nuevo estudio de investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), entre ellos, Nimbe Torres y Torres, arrojó que la dieta prehispánica a base de maíz, frijol, nopal, jitomate, semilla de calabaza y chía, mejora el metabolismo y la flora intestinal, lo que la hace altamente efectiva para paliar la obesidad. Y no solo eso, también la dieta prehispánica mejora las actividades cognitivas.
Después de varios meses de consumirla, medimos qué pasaba en el hígado, en el tejido adiposo y en la microbiota intestinal, observamos una mejoría en los parámetros bioquímicos en comparación con los que consumieron una dieta alta en grasa, además de que la cantidad de tejido adiposo era menor comparado con los animales que consumieron dieta alta en grasa.
El estudio concluyó, asimismo, que la dieta prehispánica es 10 veces más antioxidante que las actuales. También, la chía o la calabaza, por su alto contenido de omega 3 disminuye la grasa.
El nopal posee fibra soluble y un índice glucémico bajo que ayuda a que no se eleven las concentraciones de glucosa; por su parte el frijol es una de las mejores fuentes de proteína, fibra y almidones resistentes que sirven como alimento a las bacterias benéficas del intestino.
Por que en México aún se cultivan de manera natural maíz criollo, y los demás componentes de la dieta prehispánica, se trata de un tesoro que cada vez más están defendiendo, ya que la era industrial no debe arrebatarnos los alimentos que, por milenios, han mantenido sanas a tantas generaciones.

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