Las tradiciones mexicanas más valiosas

Las tradiciones varían de lugar a lugar; donde un pueblo se adaptó con ciertos rituales y un imaginario, la idiosincracia moldeó de forma diferente a otro pueblo cuyas tradiciones cambiaron completamente. La geografía, la situación política, social y económica del lugar son factores determinantes para el desarrollo de cada sociedad por lo que sus rituales suelen ser diferentes y amplios. A pesar de eso muchas de las tradiciones viajan y se adaptan a nuevas ideas y costumbres.




Cuando la tradición es nacional se convierte en patrimonio. Cada país tiene la obligación de mantener sus tradiciones vivas, son las que le dan identidad y la hacen únicas ante las demás. Las fronteras han dividido tradiciones milenarias que se mantienen vivas, pero en la sociedad moderna cada nación busca identificarse con las tradiciones que son únicas de su territorio. Ante esto la UNESCO ha creado el llamado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la que expresa:
“…consiste en el reconocimiento de los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas transmitidos de generación en generación y que infunden a las comunidades y a los grupos un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana”.
El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta particularmente en los siguientes ámbitos:

– Las tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial.

– Las artes del espectáculo.

– Los usos sociales, rituales y actos festivos.

– Los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo.

– Las técnicas ancestrales tradicionales.
Actualmente, México, al igual que Colombia, cuenta con siete expresiones culturales inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; lo que los hace los dos países de América Latina con el mayor número tradiciones inscritas. Las tradiciones mexicanas inscritas en la lista son:


Fiestas indígenas dedicadas a los muertos – Inscrita en 2008
Según la tradición maya, somos hijos del maíz. El periodo que marca el final del ciclo anual del maíz sucede el 1 y 2 de noviembre, fecha en la que en México se celebra el famoso Día de muertos. Esta tradición se ha convertido en una de las fechas más importantes del calendario mexicano, dentro y fuera de las comunidades indígenas. Durante estos días en todo el país se celebra de distintas maneras, hay lugares donde se visita el cementerio y se arrojan pétalos de cempaxúchitl desde la casa del difunto hasta su tumba. Se cree que el difunto puede traer prosperidad de diversas maneras y los muertos se dividen en categorías según la forma en que murieron. 
Las tradiciones mexicanas indígenas están inscritas como patrimonio inmaterial pero la tradición del día de muertos se expande en todo el territorio nacional y su característica principal es la famosa ofrenda de muertos, que consiste en montar un altar en el que se ofrecen alimentos y bebidas que el difunto disfrutó en vida. Durante estos días se espera que el muerto regrese a su hogar para disfrutar lo que su familia ha dispuesto para él.


Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado – Inscrito en 2009
En las zonas semi deserticas del Estado de Querétaro se encuentra el pueblo otomí – chichimeca que tiene diversas celebraciones a lo largo del año. Entre ellas se encuentran los que están centrados en el agua, pues es un bien que escasea en la zona y esto muestra no sólo las tradiciones ancestrales del pueblo indígena, sino que prueba la fuerza del mismo. La zona formada entre la Peña de Bernal y los cerros del Zamorano y el Frontón es el espacio cultural que forma la vida tradicional de este pueblo. El arte, la música, los rituales y las danzas son sólo unas cuantas manifestaciones del pueblo otomí – chichimeca inscritas en esta lista.


La ceremonia ritual de Los Voladores – Inscrito en 2009
Otra de las tradiciones más famosas del territorio nacional son los llamados “Voladores de Papantla”, pero la realidad es que son diversas comunidades en México y Centroamérica las que profesan este ritual. Según la UNESCO su objetivo es expresar el respeto profesado hacia la naturaleza y el universo espiritual. En el transcurso de la ceremonia, cuatro jóvenes trepan por un mástil de 18 a 40 metros de alto fabricado con el tronco de un árbol recién cortado en el bosque tras haber implorado el perdón del dios de la montaña. Sentado en la plataforma que remata el mástil, un quinto hombre, el caporal, toca con una flauta y un tambor melodías en honor al sol, así como a los cuatro vientos y puntos cardinales. 
“Después de este acto de invocación, los danzantes se lanzan al vacío desde la plataforma a la que están atados por largas cuerdas, giran imitando el vuelo de los pájaros mientras la cuerda se desenrolla, y van descendiendo paulatinamente hasta el suelo. Cada variante de la danza ritual de los voladores representa un medio de hacer revivir el mito del universo, de modo que esta ceremonia expresa la visión del mundo y los valores de la comunidad; propicia la comunicación con los dioses e impetra la prosperidad”.


Los parachicos en la fiesta tradicional de enero de Chiapa de Corzo – inscrito en 2010
Durante el 4 y 23 de enero se celebra la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo. Los bailarines recorren toda la localidad llevando las imágenes santas y visitando diversos lugares de culto, y sus danzas comienzan por la mañana y finalizan de noche. Con máscaras de madera esculpidas, tocados con monteras y vestidos con sarapes, chales bordados y cintas de colores, los bailarines van tocando unas sonajas de hojalata llamadas “chinchines”.
Los dirige un patrón portador de una máscara de expresión severa, una guitarra y un látigo, que toca la flauta acompañado por uno o dos tamborileros. “Durante la danza, el patrón entona loas a las que los parachicos responden con aclamaciones. La técnica de fabricación de las máscaras se transmite de generación en generación, desde la tala y el secado de la madera para fabricarlas hasta la ornamentación final, pasando por el aprendizaje del modo de esculpirlas”.


La pirekua, canto tradicional de los p’urhépechas – inscrito en 2010

Las lenguas indígenas son parte de la tradición cultural del país; sus cantos remiten a historias y ritos con más antigüedad que la nación misma, pero de todos los que hay en México sólo la pirekua se estableció en la lista de la UNESCO. “La pirekua es un instrumento efectivo de diálogo entre las familias y las comunidades p’urhépechas que la practican, y contribuye al establecimiento y estrechamiento de vínculos entre ellas. Los pirériechas cumplen también una función de mediadores sociales al utilizar las canciones para expresar sentimientos y comunicar acontecimientos importantes a las comunidades p’urhépechas. La pirekua se ha venido transmitiendo tradicionalmente por vía oral, de generación en generación, y no sólo es una expresión cultural que se mantiene viva actualmente, sino que también constituye un signo distintivo de identidad y un medio de comunicación para más de cien mil p’urhépechas”.


La tradición gastronómica de Michoacán cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y viva – El paradigma de Michoacán – inscrita en 2010
La cocina forma parte de la cultura de cualquier país; pero en México, el lugar físico está cargado de un significado especial. Desde épocas prehispánicas, la elaboración de la comida era la razón que unía a las familias. La degustación de los sabores crea una atmósfera de unión que ha evolucionado hasta nuestros días e incluso el día de hoy una verdadera fiesta mexicana no puede ser si no hay gran cantidad de comida. 
Cada región del país cuenta con platillos típicos pero según la UNESCO “sus conocimientos y técnicas son una expresión de la identidad comunitaria y permiten fortalecer los vínculos sociales y consolidar el sentimiento de identidad a nivel nacional, regional y local”. Los esfuerzos realizados en Michoacán para preservar la cocina tradicional destacan también la importancia que ésta tiene como medio de desarrollo sostenible.

El mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta – inscrito en 2011
A lo largo de la historia de México se han adoptado gran variedad de tradiciones extranjeras para luego convertirlas en algo único, una de estas tradiciones es el mariachi. El Son Jalisciense, mejor conocido como Mariachi es probablemente la música que mejor define a nuestro país en el contexto internacional. El conjunto viste ropa típica de charro y usan variaciones de los instrumentos tradicionales europeos. Un grupo puede estar formado hasta por ocho violines, dos trompetas, una guitarra y un guitarrón. Las letras de las canciones de los mariachis hablan del amor a la tierra, la ciudad donde se vive, el país natal, la religión, la naturaleza, las mujeres mexicanas y la pujanza del país. El aprendizaje de oído es el principal medio de transmisión de la música mariachi tradicional y las competencias técnicas se transmiten de padres a hijos, y también por intermedio de los espectáculos organizados con motivo de festividades, ya sean religiosas o civiles.

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