Sueño en otro idioma: de raíces, lenguaje y amistad
¿Imaginas que existe una lengua de la cual solo sobreviven dos hablantes, pero que están peleados y han dejado de hablar entre ellos? Esta es precisamente la historia que nos narra la película mexicana Sueño en otro idioma.
Hundirse en las posibilidades infinitas del lenguaje y construir a partir de ello una narrativa, es un viaje al cual pocos accederían a realizar. El director veracruzano Ernesto Contreras, no obstante la dificultad, lo hizo en su recién estrenada película, la cual ya ganó el Premio del Público en el Festival de Cine de Sundance y que pasó por los proyectores del 32° Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
Hagamos que nuestras voces sean escuchadas
Ese es el tema central de la cinta Sueño en otro idioma: la lucha de un lingüista por rescatar una lengua a punto de desaparecer, y que sólo dos obstinados ancianos peleados entre sí conocen. Y como el tiempo es algo esencial en los procesos humanos —y, por ende, en el lenguaje—, el director dijo en entrevista que eso es parte de lo que le entusiasmaba, “contar el ir y venir en el tiempo”.
Aunque el tema es delicado, siendo que la pérdida de una lengua es la pérdida de un patrimonio humano intangible e invaluable, Contreras mencionó también que la película “es luminosa y muestra al público algo más esperanzador, pues en mis anteriores trabajos todo era soledad, tristeza, oscuridad o asuntos sexuales.”
Quizás sea así porque no puede haber nada más noble y esperanzador que la recuperación de un lenguaje, pues ello implica la recuperación de la amistad y el no rendirse ante lo que se presenta como incomprensible; el saber que todo lenguaje puede ser traducido, toda idea puede ser comunicada y todo sentimiento expresado y que, por ende, no hay barreras entre nosotros.
Al recibir su premio en Sundance, el director dijo que debemos luchar por la aceptación de nuestras raíces, “con imaginación y con magia […] Hagamos que nuestras voces sean escuchadas”.
El lenguaje: distintos idiomas, misma esencia
Según las investigaciones del lingüista Noam Chomsky, los niños nacen con una capacidad innata para el habla, y todos los idiomas tienen características comunes en su propia estructura. Eso hermana a todos los seres humanos, no importando que se encuentren en la Sierra Madre o en Nepal, pues demuestra rasgos en común que van más allá de toda frontera.
Para Chomsky hay una gramática universal; una habilidad cognitiva genética a través de la cual se sigue desarrollando el lenguaje humano. No obstante, el lenguaje sigue teniendo un desenvolvimiento fundamentalmente social que no deja de evolucionar, y el propio Chomsky ha reconocido que he ahí lo más importante del lenguaje humano.
En ese sentido, es precisamente el vertiginoso desarrollo de la sociedad el que ha universalizado algunos lenguajes y ha dejado que muchos otros sean corroídos por el olvido. Eso pasa, lamentablemente, en México, un país que puede presumir de tener 62 lenguas indígenas esparcidas por todo su territorio, pero que ha perdido más de 100 y que está cerca de perder, se calcula, decenas más.
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