La lengua materna, eje central para una nueva educación
El lenguaje “se vuelve un espacio de resistencia, al articular, desde su cosmovisión, las expresiones que sujetan sus nociones de identidad. Por ello, la decidida persecución hegemónica sobre el lenguaje, la negación constante de la Lengua Materna, su invisibilización dentro de los procesos de educación”, escribe Astrid Paola Chavelas López en esta edición del Topil.
La autora, miembra de la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los pueblos de Oaxaca (REDECOM) y posgrado en Desarrollo Rural, UAM-X, nos invita a reflexionar sobre el lenguaje como un uno de los agentes centrales de la educación, al ser el modo con el que nos relacionamos con el entorno.
Sin embargo, la educación pública en Oaxaca ha negado la importancia de la Lengua Materna dentro de sus contenidos y programas, como una manera de deslegitimizar los saberes que se transmiten a partir de la tradición oral de los pueblos originarios.
La inserción real del Estado en materia educativa en las comunidades indígenas no ha aterrizado en programas educativos que fortalezcan el control de los grupos sociales sobre la producción de su praxis educativa sociocultural.
Por lo tanto, el reto para un nuevo plan educativo es resignificar los procesos de enseñanza-aprendizaje desde los saberes comunitarios, valorando la Lengua Materna como un principio unificador de la cultura de los pueblos. Así opina Chavelas López en el tercer artículo del boletín de análisis y reflexión política El Topil 35: Nueva Educación para Otro México.
Descarga El Topil 35: Nueva Educación para Otro México (pdf 16 pág.)
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