Ejercicio de recarga de chacras y de limpieza de células
Os muestro este sencillo ejercicio de recarga y equilibrio de chacras y
de limpieza de las células, que he ilustrado con mis dibujos para facilitar su
comprensión.
Existen 7
chacras alineados desde la coronilla hasta la base de la columna vertebral o
coxis. Es conveniente que estén equilabros ya que si alguno de ellos no lo
está, no sólo puede afectar a los demás chacras, sino también a nuestras
emociones, entre otros. A cada chacra se le asigna un color.
El
color del chacra nº 7 es el violeta. Al chacra nº 7 se le denomina el chacra
corona. Se halla situado en la
coronilla, en la parte superior de la cabeza y se le asocia con la comunicación
con seres superiores, con el Universo y, en general, con el estar dispuesta a
que hay algo más allá de uno mismo.
El
color del chacra nº 6 es el índigo. Al chacra nº 6 se le denomina el chacra del
tercer ojo pues está ubicado en el
entrecejo, un dedo por encima. Es el chacra de la intuición, la clarividencia o
la capacidad de imaginación.
El
color del chacra nº 5 es el azul. Al chacra nº 5 se le denomina chacra laríngeo
o chacra de la garganta pues
es allí donde está situado. Es el chacra de la comunicación y la creatividad.
El
color del chacra nº 4 es el verde. Al chacra nº 4 se le denomina chacra corazón pues está ubicado al lado del corazón, en el centro del esternón.
Es el chacra de la apertura del corazón, del amor incondicional, la compasión y
la conexión con los demás.
El
color del chacra nº 3 es el amarillo. Al chacra nº 3 se le denomina chacra del
plexo solar y en la boca del estómago,
debajo del diafragma. Esta relacionado con el autodominio y la voluntad.
El
color del chacra nº 2 es el naranja. Al chacra nº 2 se le denomina chacra sacro y está situado unos cuatro dedos por debajo del ombligo,en el bajo
vientre. Está relacionado con las emociones, la reproducción y la sexualidad.
El
color del chacra nº 1 es el rojo. Al chacra nº 1 se le denomina chacra base o
chacra raíz pues está situado en la base de
la columna vertebral o coxis. Este chacra se asocia a la seguridad y a la
voluntad de sobrevivir...
Una práctica
fácil para fortalecer nuestros chacras y limpiar nuestras células:
Nos
sentaremos en posición de sedestación como en la ilustración que he dibujado o
bien también podemos sentarnos en una silla.
Cerramos los ojos, respiramos profundo y conforme nos vayamos
relajando, visualizaremos una columna de luz blanca entorno a nosotros, que nos
protege durante el ejercicio y que va disolviendo toda la negatividad. Mientras
la columna blanca va realizando esta función, nosotros colocaremos nuestras
manos cruzadas sobre cada uno de los chacras para recargarlos a la vez que
visualizamos en cada uno de ellos su color asociado.
Las manos las colocaremos sobre cada chacra, la una sobre la otra
o bien tan sólo tocándose los dedos. Empezaremos por colocar las manos sobre la coronilla para
cargar el chacra corona. Luego, visualizaremos un punto de luz de color violeta
en esta parte superior de la cabeza, que cada vez se hace más intenso.
Durante
la visualización del color de cada chacra, los iniciados en reiki, además,
pueden dibujar en las manos el símbolo Choku Rei y copiarlo tres veces,
mientras visualizan como se introduce en cada chacra. También pueden dibujarlo
al aire y copiarlo tres veces y, luego, visualizar como el símbolo se ensancha
y se instala en cada uno de los chacras. Los que no tengan ningún nivel de
reiki, pueden seguir visualizando el color violeta en la coronilla de la
cabeza, mientras sienten que el chacra resplandece en violeta y se limpia o
purifica a la vez que nuestras manos están colocadas sobre este chacra para
fortalecer la energía en ese punto.
Después,
haremos lo mismo con el siguiente chacra, el chacra del tercer ojo, situado
entre ceja y ceja. Bajaremos las manos hasta este chacra y las colocaremos cruzadas,
la una sobre la otra o bien tan sólo tocándose los dedos, entre las cejas, para
cargar el chacra del tercer ojo –tal y como he dibujado en la imagen- el cual
fortaleceremos con nuestra visión interior en color índigo y sentiremos como su
resplandor es tan fuerte como el de una estrella.
Acto
seguido, bajamos las manos hasta el siguiente chacra. Visualizaremos el chacra
de la laringe, situado en la garganta, como un círculo de luz azul, que se va
fortaleciendo y purificando, mientras nuestras manos están colocadas sobre esa
zona para darle luz y calor.
Bajamos
las manos al siguente chacra. Se trata del chacra del corazón, al lado del
corazón, el cual visualizaremos como una hermosa luz verde que irradia amor y
que la que se va disolviendo cualquier rastro opuesto a este sentimiento. Esta
luz verde brilla y su fulgor es tan intenso que nos hace sonreír. Al igual que
con los otros chacras anteriores, nuesrtas manos estarán colocadas sobre esta
zona o sobre este chacra, tal y como he dibujado en la imagen, mientras
visualizamos su luz verde.
Después,
seguiremos con el chacra del plexo solar situado en la boca del estómago,
debajo del diafragma, cuyo color es el amarillo. Con nuestras manos sobre esta
zona, visualizaremos su luz de forma tan intensa que podría confundirse con el
sol.
Bajamos
las manos al siguiente chacra, el chacra sacro. Visualizamos el chacra sacro
con su color naranja, ubicado a cuatro dedos por debajo del ombligo, en el bajo
vientre, donde colocaremos nuestras manos para trabajar con este chacra. Su luz
es fuerte y poderosa y podemos sentir su calidez en la barriga y en nuestras
manos.
A
continuación, bajamos las manos al siguiente chacra, el chacra base. Lo
visualizamos como un círculo rojo. El rojo es el color de la energía del
planeta Tierra y ahora este color está instalado en la base de la columna
vertebral o coxis, la localización del chacra base.
Ya hemos
equilibrado nuestros chacras. Colocamos ahora nuestras manos sobre las piernas.
Para finalizar, respiramos
profundamente y enviamos mentalmente un baño de luz ligeramente blanca,
cristalina, pura, transparente a todas las células de nuestro cuerpo para que
la vigorice, las limpie y disuelva en ellas todo rastro de toxicidad.
Contemplamos a nuestras células felices, fuertes en su baño sanador y restaurador.
Este baño de luz sana todas nuestras células por que ellas ahora nos sonríen y
nos agradecen este ejercicio de sanación y de amor por nosotros mismos.
La columna de luz blanca que hemos creado al iniciar el
ejercicio seguirá con nosotros y nos seguirá protegiendo durante el día.
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